porque cada palabra se vuelve una nueva espina
y yo ya no tengo campo para mas de sus espinas
esta situación es enfermiza…
nos trastorna
Es hostigante tanto dolor…
Tanta miel venenosa…
Ahora que lo pienso bien
Sería bueno saber
En que momento se calló todo
O cómo fue que le abrimos tanto las puertas al dolor
A ninguno de los dos nos llegó la invitación para este baile
Pero igual fuimos
No queríamos bailar
Pero igual bailamos
Y sin querer terminamos bebiendo
Y sin querer terminamos amarrados
Y sin querer terminamos viendo
Y… ya no sé si sin querer terminamos
El ambiente soltó su veneno
Y parece que liberó a nuestras almas del cuerpo
Pero esa fue la única liberación de la noche
Porque cada palabra y cada movimiento
Fue firmando el mismo contrato
Pero nosotros no estábamos leyendo
No estábamos atentos
Sólo firmábamos suspendidos por el viento
En ese castillo tan cambiante
A veces simplemente errante
Donde princesas y castigos eran lo mismo
Donde lo sencillo sólo era una máscara de lo complicado
Nuestras almas ya están lejos
Y la suya ya ni la veo
Sólo me quedaron los sabores del miedo
A sus palabras
Los sabores del deseo
A sus besos
Pero los sabores del recuerdo se vuelven cada vez más amargos
Ese será el miedo que me queda…
Creo que es poco lo que se pueda hacer ya
Por mi parte yo ya sé que firmé el contrato
Y hoy sólo espero que si mi cuerpo sigue bailando
En ese castillo que ya ni veo…
Se encuentre todavía junto al suyo
Bailando y bailando en un anochecer eterno!...